San Fermín se celebra en cada calle, en cada balcón… y también en cada mesa. En Navarra, las fiestas son una expresión de lo que somos: una tierra con alma, con carácter y con una tradición gastronómica que forma parte del corazón de nuestra cultura.
Y si hay una receta que representa a la perfección esa mezcla de raíces, sencillez y sabor, es el ajoarriero. Un plato humilde en sus orígenes, elaborado con ingredientes de siempre, pero que ha resistido al paso del tiempo y ha sabido mantenerse en lo más alto de la cocina tradicional navarra.
En El Navarrico hemos querido recuperar esta receta que huele a cuadrilla, a sobremesas largas y a cocina hecha con mimo. Y, cómo no, lo hacemos con el mejor producto: nuestros Pimientos del Piquillo. El mejor secreto para que el resultado sea un homenaje a lo auténtico.